Esta carta, amiga mía, será muy larga.
He leído con frecuencia que las palabras
traicionan al pensamiento, pero me parece que las palabras escritas lo traicionan todavía más.
Ya sabes lo que queda de un texto después de dos traducciones sucesivas.
Y además, no sé cómo arreglármelas.
Escribir es una elección perpetua entre mil expresiones
de las que ninguna me satisface y, sobre todo,
no me satisface sin las demás.
Yo debería saber, sin embargo,
que sólo la música permite la coordinación de los acordes.
Una carta, incluso la más larga,
nos obliga a simplificar
lo que no debieras simplificarse:
¡nos expresamos siempre con tan poca claridad cuando tratamos de hacerlo de una forma completa!
Yo quisiera hacer aquí un esfuerzo,
no sólo de sinceridad, sino también de exactitud;
estas páginas contendrán muchas tachaduras:
ya las contienen.
Lo que yo te pido (lo único que puedo aún pedirte)
es que no saltes ninguna de estas líneas
que me habrán costado tanto...
Marguerite Yourcenar, - Alexis O El Tratado Del Inútil Combate.
Fotografías: Yasuzi Nojima.